sábado, 13 de agosto de 2011

Decimo Tercer dia de Ayuno de Daniel

21 días de ayuno – Atrapada


“Yo daré mi vida por Ti.” Juan 13:37
¿Te sientes como si estuvieras atrapada en el interior de una persona que en realidad no eres?
Quieres hacer las cosas, hasta te ves haciendolas, pero cuando llega el momento, no. Cuando el día termina, piensas y prefieres no pensar demasiado. Pero tu conciencia está pesado, sabes que algo está mal. Intentas distraerte con algo, pero ese sentimiento no desaparece. Sabes que si este sentimiento llega a profundizarse aún más, te sentirás decepcionada una vez más.
¡Qué extraño saber que podemos ser nuestro peor enemigo! … lo correcto sería proteger nuestro interior, así como protegemos nuestro exterior.
Esta trampa parece durar toda la vida. Odias pensar cuántas veces has tratado de cambiar, es vergonzoso, sobre todo por los intentos fallidos en público. De repente todo el mundo sabe, todo el mundo está hablando de ti a tus espaldas. Lo peor es que tú ya sabes lo que la gente trata de enseñarte. Ya lo sabes, ¿es que no se dan cuenta? Estás cansada de saber que has hecho varias cosas, varios intentos en el pasado … pero no pudiste continuar.
Y entra en juego esa falsa confianza en ti misma, diciendo que algún día lo lograrás. Sólo es cuestión de tiempo, y lo conseguirás. Pero en el fondo sabes que esto es sólo un intento para sentirte mejor. Qué patético.
Pedro vivió durante algunos años, al lado de Jesús todo el tiempo. Pedro amaba a Jesús, pero cuando llegó el momento de demostrar esas actitudes de amor, se sintió atrapado. Quería agradar a Dios, quería servirle, pero la lucha en su interior era muy fuerte, casi invencible. Y Jesús lo sabía, por lo que le advirtió de ello en uno de los momentos más embarazosos en la que los discípulos no sabían qué decir, poco después de que Pedro dijese el siguiente versículo:

“Jesús le respondió: ¿Tu vida darás por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo sin que antes me hayas negado tres veces. (Juan 13:38).
Jesús sabía que Pedro lo amaba cómo la mayoría de la gente lo ama, emocionalmente. El amor emocional, incluso puede darte una sensación de bienestar cuando estás con la persona, pero no ayuda en salud ni en la enfermedad, en situaciones de vida o muerte. Yo creo que la tasa de 50-60% de divorcios es una prueba suficiente de ello.
Pedro estaba atrapado y Jesús lo sabía. Pero, ¿acaso condenó a Pedro? No. ¿Lo sacó del grupo de sus discípulos? No.
Jesús nos conoce tan bien … ¡qué bendición!
Él sabía que Pedro tenía lo que se necesita para ser un verdadero discípulo, incluso con esa actitud escandalosa en la noche de su detención. Pedro no tenía el Espíritu Santo todavía, tuvo que pasar por la vergüenza y la humillación de ver lo mucho que necesitaba el Espíritu de Dios en su vida.
Eso es lo que les falta a esas personas que se sienten atrapadas y puesto que no aprenden la lección, desafortunadamente tendrán que ir por el camino difícil, aprender por las malas … necesitan sentir en su piel lo mucho que necesitamos a Dios.
Por ahora, se sienten atrapados. Prefieren creer en la magia.
Tarea para pensar hoy:
Si conoces a alguien así, haz lo que Jesús hizo, deja pasar a esa persona lo que necesita pasar. No trates de detenerla o protegerla de sí misma – es inútil. Si eres una persona honesta y quieres deshacerte de esta prisión, arrodíllate ante Dios ahora mismo y habla con él, pero esta vez, hazlo de verdad, sacrificando algo que sabes que tienes que dejar. Me encantaría saber de ti.


Cristiane Cardoso

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